Mensaje de noviembre de 2016
Y les
decía:
La mies a la verdad es mucha, mas los obreros
pocos;
por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe
obreros a su mies.
Lucas, 10: 2
Muy querida
Comunidad Educativa:
Noviembre nos llega con nortes e inicio de la temporada más fresca en
Veracruz, amén del ahorro energético que presupone el horario de invierno, que
también nos permite desarrollar nuestras actividades cotidianas con una hora de
antelación. ¡Todo es parte de la vida!
Sin embargo, la vida no ocurre
así para muchas personas. Como ustedes saben, a lo largo del mundo hay
conflictos bélicos que han impelido a muchos a dejar sus hogares, hay hambre y
hay personas sufriendo a causa de desastres naturales, entre ellos el pueblo de
Haití, recientemente devastado por el huracán Mathiew, y donde nuestros Hermanos siguen trabajando
incansablemente.
La Misión Educativa Lasallista
no es indiferente a todo esto, por ello, ahí donde hay necesidad hay también
Hermanos Lasallistas generando alternativas para aliviarlas en el nombre de
Jesús, esfuerzos en los que ustedes también están presentes a través de su
respuesta a las iniciativas emprendidas bajo el rubro de Misiones. En este punto, les invito a
visitar la página de nuestro Instituto: www.lasalle.org (Noticias),
donde podrán apreciar el desarrollo de esta actividad.
Noviembre inicia con la
celebración del Día de Muertos, tradición que nos permite revalorar la vida y
como cristianos, debemos recordar que ésta constituye un camino al Padre. Por
ello, en la víspera de la conclusión del Año
Jubilar Extraordinario de la Misericordia (domingo 20 de noviembre, fiesta
de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo), nuestro Colegio celebró tres Misas para nuestra
Comunidad Educativa en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción los días 27
y 28 de octubre, presididas por el Obispo de Veracruz, como una forma más de
invitarles a ganar la indulgencia
plenaria y sobre todo, a esforzarnos para mantenernos en este estado de
gracia.
Hacia finales del mes, el
domingo 27 de noviembre inicia el Adviento,
que es un tiempo de preparación (28 días) para la llegada de Jesús en Navidad. Es
tradición rezar en familia, durante cuatro semanas la Corona de Adviento, en la intención de
disponer cada corazón para recibir a Jesús, empeñándonos en vivir una virtud
cada semana: la primera, el amor; la segunda, la paz; la tercera, la tolerancia; y la cuarta, la fe.
Noviembre como cada mes, como
cada día, es un tiempo propicio para expresar al Cielo nuestra gratitud por las
bendiciones recibidas, nuestro amor al Padre por su infinita misericordia y
nuestra oración a María para que su corazón de Madre nos abrace siempre y nos
mueva a servir a quienes más lo necesitan
Con profundo afecto
Hno. Ángel Ibarguren Aguirre
Director General
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